Llamadme antigua, pero algo me ha frenado siempre que iba a comprar online: ni Asos, ni Amazon, ni ná de ná (solo billetes de ávión). Me he lanzado varias veces pero en el momento de meter los datos de la tarjeta algo me echaba para atrás! Una especie de resistencia a renunciar al encanto (ó tormento) de ir a una tienda, mirar el escaparate, probarme un vestido, verme reflejada en esos espejos que te hacen más delgada, preguntarle a las dependientas por la talla que estoy buscando...
Ninguna compra online hasta hoy.
Aunque es un caso diferente, porque se trata de algo que a priori no puedo mercarme en ninguna tienda de mi ciudad. Ésto último, en realidad, me lo acabo de plantear pero en el momento de confirmar la compra no se me ha pasado por la cabeza porque he vivido un auténtico FLECHAZO con este juego de cartas Float your paper boat. ¡Mirad qué bonito es!
Puede que escribir cartas esté algo demodée, la verdad es que ni me acuerdo de la última vez que lo hice pero se que era algo de lo que disfrutaba. Así que si esta forma de comunicación se va a extinguir del todo yo quiero que la última carta que escriba sea muy especial.